Farax y Aisha son la pareja de gigantes moriscos de La Puebla de Híjar (Teruel). Fueron construidos en la localidad por un numeroso grupo de entusiastas y presentados el 14 de agosto de 2013 durante las fiestas patronales. En este romance, que se leyó en la presentación, se explica el porqué y el cómo de su creación. ¡A ver si os gusta!
hombres, mujeres y chacos,
visitantes, forasteros,
extranjeros y poblanos.
Hoy es un día especial
que convendrá recordarlo:
presentamos dos gigantes
que vienen a acompañarnos
en las fiestas y algazaras
hasta el futuro lejano.
Me han pedido unas palabras
para explicaros el caso
del feliz alumbramiento
de niños agigantados.
La Puebla tenía ya
cabezudos avezados:
Todos los días de fiesta,
así haga frío o calor,
salen a hacer las delicias
de críos y algún mayor.
Con la charanga detrás
y los palos en la mano
encorren a los zagales
y alegran al vecindario.
Alguna vez ya vinieron
gigantes a acompañarlos.
Su elegancia y porte altivo
tanta admiración causaron
que se oía comentar,
por la bajini y en alto:
“Y en La Puebla ¿no hay
gigantes?”
“Podríamos hacer un par,
que yo me ofrezco a llevarlos”
La idea iba rondando
en cabezas de unos cuántos
hasta que hace un par de años
se deciden a empezarlos.
¿Qué personajes hacemos?
¿quién debe representarnos?
No serán reyes, ni reinas,
ni banqueros, ni notarios,
que deben ser gente humilde,
como nosotros, del campo.
Al verlos todos sabrán
como somos los poblanos:
sencillos, graciosos, francos,
trabajadores y llanos.
Hace cuatrocientos años
este pueblo era habitado
por familias de moriscos,
labradores y hortelanos.
Allá en 1610
el rey ordena expulsarlos
y se quedan estas tierras
vacías, yermas, sin manos.
Mirad vuestro alrededor
si queréis ver su legado:
las calles y los callizos,
los terreros y el ador,
el charif y las acequias
y un manuscrito aljamiado
que guardan en un museo
como un tesoro apreciado.
Justo parece que ahora,
con el tiempo agigantados,
un bello par de moriscos
representen los poblanos.
¿Qué oficio podríamos dar
a estos dos nuevos hermanos?
Algo relativo al agua,
que de fuentes y “cantáros”,
de acequias, filas y alfardas
ellos entienden un rato.
Zabacequias será él,
con los riegos a su cargo,
oficio tan importante
que hasta hoy ha perdurado.
Ella será lavandera,
con un cesto por tocado
e, igual que nuestras abuelas,
al charif irá a lavarlo.
Ya tenemos personajes,
trabajo les hemos dado,
ahora manos a la obra
pa acabarlos en verano.
Miramos las estructuras
de gigantes afamados;
vamos a encuentros y hablamos
con expertos reputados.
Estudiamos indumentos,
calculamos los tamaños
hasta tener un boceto
sobre papel dibujado.
Mucha gente colabora,
todos echan una mano:
Luisa y Carmen, las Gimeno,
que nos han documentado;
Israel de Lasmarías
hizo todo un doctorado
sobre atuendos moriscos
que nos ha iluminado.
Josme y los giganteros de Híjar
también nos han ayudado.
Interpeñas consiguió,
con un bingo extraordinario,
sacar la financiación
pa cumplir lo proyectado.
Muchas gracias, Interpeñas,
y muchas gracias poblanos.
Los gigantes son de todos,
todos hemos aportado.
La estructura es de aluminio
y Alucaspe la ha montado.
Es muy ligera y robusta,
desmontable pa traslados,
cómoda pa quien la lleva.
Alucaspe: gran trabajo.
De los cuerpos y los brazos
otro equipo se ha encargado.
Han usao de todo un poco:
goma espuma, corcho blanco
alambre, metal, macetas,
cinta, papel y cartón.
Si los vierais trabajar
las mañanas de “sabádo”
en el local de Raúl
os reiríais un rato.
Más de la mitad del tiempo
se lo pasaban mirando:
“Lo veo grande” ”Es pequeño”
“¿Esto está proporcionado?”
“Le quitamos” “ Le ponemos”
“Lo montamos” “Lo bajamos”
Nunca faltaba el café,
de eso Ana se ha encargado,
ni el buen humor, ni las pastas,
ni vecinos asombrados
que al pasar por el camino
aminoraban el paso.
Nombremos a los autores
de los torsos y las manos:
Josemari, Pedro, Mario,
Manolo el Caloyo y Paco,
Raúl “el Barbas” y Ana
Pedroluis, Concha y Carlos.
Las delicadas cabezas
han ido por otro lado.
Modela Fernando Crespo,
el artista alcañizano.
Después las pinta y decora,
les da lustre y acabado.
Carlos le ayuda también,
que tiene muy buena mano.
Tienen la cara muy maja,
la expresión la han acertado.
Si hacer ropas es difícil,
pensad en este tamaño.
Patrones, pruebas, colores,
jaretas, sisas, plisados,
elegir telas y tules,
cintas, ballenas y rasos.
Los patrones los prepara
Araceli Herrero Herrando;
Ana Castillo y la Concha
las telas han encontrado;
Pilar “la botera” cose,
y también han ayudado
Carmen Barquín y su madre:
alta costura, está claro.
Luego podréis comprobar
lo elegantes que han quedado.
Y llegado es el momento
que estáis todos esperando:
ver a estos nuevos vecinos
que vienen para alegrarnos
Presentemos los padrinos
que tenemos a su lado.
Dulcinea y Don Quijote
dos padrinos literarios
son de la más alta talla;
desde Alcorisa han llegado.
(Tocan y
bailan brevemente)
Junto con los dulzaineros
hace un rato que han llegado
los dos gigantes de Híjar,
Judith y Salomón, judaicos
(Tocan y
bailan)
Padrinos: muy agradecidos,
muchas gracias a los cuatro
por prestaros generosos
a enseñar a unos novatos.
Ahora ya sin dilación,
os descubro a un mozo alto,
fornido, serio y cabal,
zabacequias por trabajo.
¡Bienvenido seas, FARAX,
te presento a los poblanos!
(Redoble de tambor; se descubre la tela que lo tapa y se
tira el confeti)
Alta de su misma altura,
hermosa como el Ador,
con un cesto en la cabeza
y en la cadera las manos
¡AISHA, la lavandera!
¡Un aplauso, por favor!
(Redoble, se descubre y confeti)
AISHA Y FARAX
quedáis presentados
FARAX Y AISHA
quedáis nombrados.
(Aplausos, redoble de tambores, dulzainas)
Como en todos los bautizos
en los que hay chicos y chacos
¡que no falten peladillas,
y otros dulces confitados!
(Se tiran los dulces)
Antes de empezar el baile
de estos dos nuevos poblanos
y de hacer un pasacalles
con los que han apadrinado
y ya para terminar
sólo quiero recordaros:
los gigantes son de todos,
todos hemos de cuidarlos.
Si queréis colaborar
sólo tenéis que apuntaros
y seréis bien recibidos,
que de la unión de poblanos
nunca salió nada malo.
Y ahora a recorrer las calles
padrinos y apadrinados
músicos y cabezudos,
invitados y muchachos.
¡Qué vivan Farax y Aisha!
¡Y que vivan los poblanos!
